Hace nueve años nacimos como ‘Viva Colombia’, cambiando la forma de viajar. Fuimos la primera aerolínea en romper paradigmas y traer el modelo de Bajo Costo a la región, democratizando los cielos y dando a millones la posibilidad de viajar en avión.
Luego en 2017, cambiamos a ‘Viva Air’ con operaciones como Grupo en Colombia y Perú. Decididos a cambiar las reglas, a no parecernos a ninguna otra aerolínea, dispuestos a darle a todo el que quisiera, la posibilidad de volar. El camino no fue fácil… pero ¿cuándo ha sido fácil retar lo conocido? Y lo logramos, demostrando que sí era posible. Le dimos a todos la posibilidad de volar, rompimos las reglas. Y en estos años de experiencia hemos evolucionado, Viva ha cambiado, por eso llegó el momento de dejar atrás una historia y empezar a escribir otra. Así nos convertimos en ‘Viva’, solo Viva, y queremos ‘comernos el mundo’, demostrando que se puede volar más, pagando menos. Hoy somos Viva, una nueva marca, un nuevo color, un nuevo símbolo. Diferente a todos…como nos gusta ser.
PASAMOS DE SER LA MARCA QUE ABRIÓ LAS OPORTUNIDADES DE VIAJAR A SER LA AEROLÍNEA QUE CAMBIÓ LA MANERA DE VIAJAR
Razones que inspiran
Esta nueva historia debía comenzar con una renovación de nuestra imagen. Nuestra nueva Viva se relaciona con conceptos tan increíbles como ser fresca, fiable, cercana, eficaz, ágil, joven, disruptiva. Y no podía estar en el mismo mundo de las aerolíneas que usan símbolos como las alas, ‘los pajaritos’ o la representación de un ave, esos códigos comunes y nada sorprendentes… No seguimos el camino obvio, por eso no estamos en el mundo de los logos con representaciones de aves o de alas. Fuimos más allá.
No, nosotros teníamos que encontrar algo distinto como nuestra forma de ser.
Y lo encontramos. Nuestra inspiración sí partió de los que somos, pero no de lo obvio. La punta de un avión, en forma de V, se convirtió en nuestro punto de partida, y espera que apenas estamos empezando a mostrarte lo bien que nos vamos a ver, desatancándonos entre todos los demás.
Una nueva marca con el corazón amarillo. Con aviones nuevos, más eficientes, que consumen menos combustible y cubren mayores distancias para llevarte a descubrir nuevos destinos. Ahora verás a nuestros aviones amarillos en las rutas de siempre, y a esas donde nunca hemos ido, porque llegaremos a nuevos lugares con la puntualidad que nos reconoce y con el buen servicio que todos merecen.
SOMOS VIVA: ASÍ DE FÁCIL, ASÍ DE LINDO, ASÍ DE SIMPLE. SOLO VIVA.
Mucho más que VIVA
Una V es a la vez un boomerang. Nuestro símbolo que vuela, que viene y va. Un viaje de ida y
vuelta,
como lo que hacemos todos los días al volar. Un elemento que nos permite contar la historia
de
los
que
somos y que estará presente en la iconografía de
nuestra nueva marca.
Además, cada una de las letras de la palabra VIVA ha sido
diseñada
estratégicamente teniendo en cuenta ese boomerang que proyecta modernidad, frescura, cercanía,
agilidad
y simplicidad. De manera
imaginativa, nos gusta interpretar nuestro juego de letras/boomerangs control (letra "V" y “A”):
como
aviones y una torre de control (letra "I") que se ve así:
Una marca de corazón amarillo
Seguimos teniendo el corazón amarillo, porque nuestra esencia alegre
y
entusiasta se mantiene. Esta
nueva imagen, donde el amarillo predomina, nos permitirá contagiar de optimismo a todo el
que se
encuentre a Viva en el camino.
También conservamos el
azul en nuestra paleta de colores, pero llevado a una tonalidad más alegre. Así queremos ser
reconocidos en cada lugar al que lleguemos… como el punto amarillo que abre posibilidades a
todos.
Porque ahora nuestros
aviones serán completamente amarillos. Una nueva flota de aviones, no cualquiera; de los buenos.
De
esos
que se portan bien con el mundo. Una flota de aviones nuevos para una aerolínea que democratizó
los
vuelos.
Pero no solo volamos
más y mejores aviones, nuestras ganas de retar van mucho más allá, literalmente. Por eso hoy
podemos
decir con orgullo que seguimos cubrimos las rutas de siempre; pero nos aventuramos a cubrir
otras
con
las que antes parecía imposible
soñar. Así, lograremos llegar a futuro desde Nueva York a Buenos Aires. Una aventura que
abordaremos
como nos gusta hacerlo: sirviendo y cumpliendo. Siendo los primeros. Y demostrando que sí es
posible
comprar bajo y volar alto.
